En el cultivo de la naranja, uno de los principales aspectos a tener en cuenta es el abono o materia orgánica a utilizar por el agricultor.
En este sentido, juega un papel importantísimo la Agricultura Sostenible, cuyo objetivo es mejorar la calidad ambiental siendo responsables y respetuosos con los recursos existentes. Todo ello desemboca en una mejor calidad de la naranja, tierras más fértiles y una sociedad más sensible.
Desde nuestros orígenes en Frutas Masol es una filosofía el cultivar la tierra siguiendo tres pilares básicos:
- La gestión sostenible de la tierra, el uso responsable del agua y los recursos naturales y promoviendo ecosistemas saludables
En este sentido, trabajamos la poda de nuestros naranjos bajo el paraguas de satisfacer los tres pilares anteriores:
- Al podar los naranjos y depositar sus ramas en la tierra, ayudamos a que los recursos del terreno duren más y sean más naturales.
- El agua es un recurso muy preciado y limitado, para ello mejoramos la humedad de nuestros cultivos, depositando todas las ramas cortadas a los naranjos en la tierra, esto provoca que el Sol no seque y evapore la humedad del suelo. Garantizando una perfecta temperatura en el subsuelo.
- El depositar las ramas en la tierra, ayuda enormemente al ecosistema del naranjo a mantener su composición natural en todas las etapas del cultivo de la naranja, sin añadir abonos artificiales lo que provoca que nuestras naranjas sean de una calidad premium desde el origen hasta el consumo por parte del cliente.
La trituración de las ramas es in situ, el cubrir todas las calles de los naranjos con dicha materia orgánica triturada y sin quemar hace que los cultivos adquieran un extra de abono natural. El filtrado de dichos nutrientes para nuestros naranjos origina una vitalidad en sus raíces, en todas sus ramas que se traduce en una naranja fuerte, cultivada con productos de la tierra y que ofrece unas cualidades excepcionales al consumidor tanto en sabor, calibre y nutricionales.