La bergamota es un cítrico cuya trayectoria en sus aplicaciones despierta la curiosidad por ser inversa al resto de las frutas a cuya familia pertenece. Mientras que en la mayoría de estos, la primera utilidad ha sido la de ser consumida como fruta fresca o como parte de la elaboración de platos gastronómicos, en el caso de la bergamota no encontramos esta finalidad, ya que sus primeros usos fueron formar parte de agua de colonia y perfumes.
Posteriormente fue utilizada para aromatizar el té, té negro concretamente, siendo hoy mundialmente conocida el de la variedad Earl Grey o Lady Grey. Más tarde comienza a emplearse como aceite esencial hasta finalmente llegar a las cocinas donde como aderezo o aliño ha alcanzado gran repercusión.
Si bien comerla o beber su zumo directamente no es la mejor manera debido a su sabor ácido y amargo se puede utilizar convertido en aceite esencial, donde sus propiedades y sobre todo su aroma la hacen única.
En cuanto a su forma es como un limón pequeño de color verde, a veces con forma de pera pero rugosa o arrugada, dependiendo de la variedad a la que pertenezca.
La bergamota en la cocina
Una de las facetas, aunque no la única, más conocida de la bergamota es su relación con el té negro dando origen al famoso Earl Grey. De cómo surgió este enlace no se tiene constancia; hay leyendas tan divertidas como que se debe a que un barco cargado de Oriente traía té negro y esencia de bergamota en sus bodegas y al atravesar una tormenta se mezclaron, dando lugar así a este compuesto.
De lo que sí estamos seguros es que su nombre se debe a un conde inglés, muy aficionado a esta bebida, que encargó a una popular marca británica su producción. Gran Bretaña se encuentra entre los países que más consume esta bebida. Hoy en día, cada marca elabora su propia receta, variando su composición. Evidentemente la calidad del producto final viene condicionada por la pureza y variedad en el té y en el aceite esencial.
Entre las propiedades del uso de esta bebida se encuentra su acción vigorizante provocada por la cafeína del té negro, mientras que la bergamota aporta una ayuda para aliviar la fatiga, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.
Con sus hojas secas se puede igualmente elaborar un té. También son utilizadas para elaborar algunos tipos de ensalada, en la elaboración de platos con carnes, guisos, mermeladas…
La alta cocina y la de autor cada vez más utiliza este ingrediente en sus creaciones, consiguiendo sabores que son apreciados al paladar. Existen los sorbetes y helados con bergamota, que resultan muy refrescantes sobre todo en verano. Así mismo lo podemos encontrar en diversos cócteles y combinados.
En el campo de la repostería es donde mayor versatilidad le vemos al uso de la bergamota; el hecho de que combine muy bien con el chocolate hace que recetas de postres tradicionales adquieran un nuevo protagonismo cuando se incluye la esencia de bergamota en ellos, tanto en pastelería como en confitería.
La forma más usual de incluir la bergamota en la cocina es utilizando su jugo o la ralladura de su cáscara. Pero no es fácil encontrar la bergamota como fruta en los supermercados, sobre todo fuera de los meses de maduración y recolección. Su alto precio es otro inconveniente si se quiere tener un producto de buena calidad. Una buena opción es optar por la compra de bergamota en mermelada, y sobre todo en puré. Este último se puede adquirir congelado, y usarse como acompañamiento o ingredientes en numerosos platos, especialmente cuando hablamos de postres.
El aceite esencial de bergamota.
El aceite esencial de bergamota se obtiene de su piel o cascara. Y no solo aromatiza por si sola sino que también armoniza y potencia el aroma de otros ingredientes. Combina perfectamente con la madera de cedro, salvia, palo de rosa, citronela, mandarina, limón, neroli y lavanda.
Existen dos formas de extraer el aceite de la bergamota: por destilación y prensada en frio. Esta última es mejor, ya que permite una mayor concentración de la esencia, sobre todo desde que se usa el método “écuelle à piquer” basado en la centrifugación.
Famoso por su alta calidad nos encontramos el aceite esencial de bergamota de la región de Calabria, en Italia, donde puede que se encuentre el origen de este fruto. Otras teorías la sitúan como una planta originaria de las islas Canarias. En otras quizás procedente del sur de Asia, aunque es en Italia y concretamente en esta zona de Calabria donde florece su producción y comercialización al resto de países. Es por eso que el nombre de bergamota y Calabria se encuentran unidos debido a su producción y calidad, situándolo como el lugar más renombrado con respecto a la bergamota, existiendo incluso una ruta a visitar.
El aceite de bergamota contiene: limoneno, linalool, turpineol y bergapteno, nerol, acetato de linalilo, b-bisaboleno, a-terpineol, y mirceno, entre otros.
¿Cómo usar el aceite de bergamota? Como todos los aceites esenciales su principal forma de uso es aplicándolos directamente sobre la piel, o bien mezclándolos con aceites esenciales de otro tipo e igualmente usarlo para masajes. También es posible disolverlos en agua para utilizarlos como ambientador pulverizándolo en el aire o en difusores, propagando así el aroma en el ambiente. Es lo que se conoce como aromaterapia. Unas gotas de esencia de bergamota en el agua de la bañera proporcionan un baño estimulante. Incluso hay aceites que se pueden ingerir en pequeñas dosis, siempre que aparezca dentro de sus formas de aplicación. Pero lo más importante es que se trate de aceite de buena calidad, sin mezclar con aromas sintéticos ni pesticidas añadidos por un cultivo no ecológico.
Indicaciones del aceite esencial de bergamota
Al aceite de bergamota se le atribuyen numerosas cualidades proporcionadas por las sustancias que lo componen: combate el insomnio, alivia las digestiones pesadas y los gases, reduce las hemorroides, alivia los cólicos, combate la halitosis, es hipotérmico cuando hay fiebre, elimina los piojos, combate infecciones del sistema urinario, alivia el estrés y la fatiga mental, alivia las picaduras de insectos, ayuda el crecimiento del pelo, potencia la memoria… entre otras muchas.
¿Para qué está indicado?
- Reduce el dolor. Su compuesto de betacariofileno es un remedio útil contra el dolor. Este componente (BCP) es un cannabinoide, pero al contrario que el THC que se encuentra en el cannabis no produce efectos psicoactivos. Mejora el estado de ánimo. Los aceites cítricos son considerados como estimulante, y descongestionador de la fatiga mental. Esto contribuye a mejorar y aumentar los niveles de energía en el organismo.
- Regula la tensión arterial. Aplicándolo sobre la piel equilibra la tensión, tanto si es alta como si es baja.
- Regenera el colágeno. Con el paso de los años la piel pierde elasticidad resecándose y apareciendo arrugas y manchas. El aceite de bergamota favorece la regeneración de esta proteína también presente en ligamentos y tendones.
- Ayuda a aliviar la depresión. Los neurotransmisores cerebrales como la dopamina y la serotonina se ven estimulados en su producción por los aceites esenciales como el de bergamota, al igual que el del limón y la lavanda. Esto lo hace beneficioso para frenar emociones como pueden ser la frustración y la ira. Un baño de vapor por inhalación, quemándolo como incienso o vertiendo unas gotas en la bañera son las formas apropiadas de aliviar estos síntomas.
- Fortalece el sistema óseo. Este aceite colabora en la fijación de minerales a los huesos.
- Reduce los estados de ansiedad. El estrés y la fatiga se ven mejorados por los principios activos de este aceite.
- Cura el herpes labial. La aplicación directa de aceite de bergamota sobre el herpes labial y las ulceras de la boca aceleran la curación de estas, aplicándolas sobre las zonas afectadas hasta su mejoría.
- Fortalece el cabello. Su acción sobre el cuero cabelludo resulta de su capacidad para regular el exceso de sebo. Diluido en agua destilada unas 5 gotas de este aceite es ideal para tratar el cabello y la piel grasa. Confeccionar una mascarilla junto con aloe vera puro se convierte en un estupendo revitalizante para el cabello.
- Combate las infecciones urinarias. Entre sus propiedades antibacterianas se encuentra la de ser un buen aliado para prevenir y paliar los efectos de infecciones de orina y cistitis. Es un excelente antiséptico genital.
- Ayuda a la digestión. Aumenta el apetito y mejora el proceso de digestión, por eso es efectivo en caso de problemas de este tipo. Su eficacia alcanza a ser utilizado en procesos de anorexia y bulimia nerviosa.
- Reduce el colesterol. Los polifenoles que encontramos en este fruto reducen los triglicéridos. y la producción hepática de colesterol, concretamente el LDL y TG. Por el contrario aumenta el HDL o “colesterol bueno”.
En cualquier caso y simplificando la enumeración de sus cualidades e indicaciones, se puede resumir diciendo que el aceite esencial de bergamota actúa como: sedante, antiespasmódico, antiséptico, cicatrizante, digestivo, analgésico, desodorizante, calmante, expectorante, vermífugo, antibacteriano, e inmunoestimulante.
Contraindicaciones del aceite de bergamota
El aceite de bergamota puede aumentar la sensibilidad solar. Esto no es una particularidad exclusiva de esta fruta, ya que existen muchos fármacos que producen fotosensibilidad en la piel entre sus efectos secundarios. El uso de este aceite cuando se está tomando algún medicamento de este tipo puede crear en la piel manchas, quemaduras solares, erupciones y ampollas en las partes expuestas al sol.
En caso de tener algún melanoma tampoco se debe usar aceite de bergamota, ya que favorece los daños ocasionados por los rayos ultravioleta. En cualquier caso no es recomendable exponerse al sol después de haber hecho uso de este aceite esencial. Esta es una característica que comparte con los aceites provenientes de los cítricos.
También está desaconsejado en mujeres embarazadas, ya que estimula al feto pudiendo ocasionar desprendimiento en la placenta, al menos en caso de ingerirlo. Tampoco es recomendable en mujeres lactantes y en niños muy pequeños.
En casos de padecer diabetes es importante tener en cuenta el uso del aceite de la bergamota, ya que sus principios activos pueden disminuir la cantidad de azúcar en la sangre, siendo perjudicial el desequilibrio en los niveles de azúcar ya que se podría dar el hecho de que se restrinja en exceso.
No es aconsejable su uso en las personas que se van a someter en breve a una operación quirúrgica por cómo afecta y disminuye estos niveles.
Aunque no es común, existen personas alérgicas a esta sustancia, pudiendo provocar reacciones adversas e incluso quemaduras en la piel. Nunca es apropiado aplicar sobre la piel directamente el aceite de bergamota en su estado puro, es recomendable diluirlo o rebajarlo con agua u otros aceites.
La bergamota y los perfumes.
Actualmente la mitad de los perfumes, tanto para hombre como para mujer, que se encuentran en el mercado llevan bergamota en su composición. Esto nos da una idea de la importancia de este fruto dentro del mundo de los aromas.
Su penetrante esencia a cítrico a la vez que dulce, con un toque picante lo convierte en un elemento muy apreciado en la elaboración de colonias y perfumes. Ya que además de aportar frescor revela las esencias del resto de ingredientes con los que se mezcle. Su precio oscila entre 100 y 250 euros el kilo de fruta, donde posteriormente se extrae el aceite de sus cascara para la elaboración de perfumes. Por cada fruto se puede obtener alrededor de 1ml de aceite esencial.